Historia

La alfamanosidosis fue descrita por primera vez en la década de 1960 como una enfermedad de almacenamiento lisosomal. Este descubrimiento se produjo gracias al avance en la comprensión de los trastornos metabólicos hereditarios y su relación con las enzimas lisosomales. La enfermedad se identificó debido a la acumulación anormal de oligosacáridos en las células de los pacientes afectados, lo que llevó al descubrimiento de la deficiencia enzimática subyacente.

Definición de la enfermedad

La alfamanosidosis es un trastorno genético raro causado por la deficiencia de la enzima alfa-manosidasa, que es esencial para la descomposición de ciertos azúcares complejos en los lisosomas. Esta deficiencia provoca la acumulación de oligosacáridos en diversos tejidos y órganos, lo que genera daño progresivo y una variedad de síntomas clínicos.

Más sobre Alfamanosidosis

La enfermedad presenta un espectro de síntomas que varían en severidad y progresión. Las manifestaciones clínicas principales incluyen:
• Rasgos faciales característicos: Frente prominente, nariz ancha y labios gruesos.
• Alteraciones musculoesqueléticas: Deformidades óseas, escoliosis y articulaciones hiperextensibles.
• Problemas neurológicos: Retraso en el desarrollo, discapacidad intelectual y convulsiones.
• Inmunodeficiencia: Mayor susceptibilidad a infecciones recurrentes.
• Otros: Hipoacusia progresiva, hepatomegalia y debilidad muscular.

Síntomas más comunes
• Retraso en el desarrollo motor y cognitivo.
• Infecciones respiratorias frecuentes.
• Problemas auditivos.
• Alteraciones en la marcha y debilidad muscular.

El diagnóstico de la alfamanosidosis se basa en una combinación de evaluaciones clínicas, pruebas bioquímicas y estudios genéticos:

Análisis enzimático: Mide la actividad de la enzima alfa-manosidasa en leucocitos o fibroblastos. Una actividad reducida confirma el diagnóstico.

Exámenes de orina: Detectan la presencia de oligosacáridos anormales.

Pruebas genéticas: Identifican mutaciones en el gen MAN2B1, que codifica la enzima alfa-manosidasa.

Estudios de imagen: Radiografías para identificar deformidades óseas y resonancias magnéticas para evaluar el daño neurológico.

El tratamiento de la alfamanosidosis se centra en manejar los síntomas y prevenir complicaciones: 

  1. Terapia de reemplazo enzimático (TRE): Introducida recientemente, la TRE utiliza la alfa-manosidasa recombinante para reducir la acumulación de oligosacáridos.
  2. Trasplante de células madre hematopoyéticas (TCMH): Puede detener la progresión de la enfermedad en casos seleccionados.
  3. Tratamiento sintomático: Incluye fisioterapia, apoyo educativo y manejo de infecciones. 
  4. Atención multidisciplinaria: Implica la colaboración de especialistas en neurología, ortopedia, otorrinolaringología y otras áreas.

Patrones de herencia

La alfamanosidosis se transmite de manera autosómica recesiva. Esto significa que un individuo debe heredar dos copias mutadas del gen MAN2B1 (una de cada progenitor) para desarrollar la enfermedad. Los portadores de una sola copia mutada no presentan síntomas, pero pueden transmitir el gen defectuoso a sus descendientes.

Bibliografía 

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